Durante los pasados meses, amplios sectores populares y lo más avanzado de la clase obrera, hemos observado con indignación como han continuado los trabajos de construcción en terrenos que forman parte de nuestro patrimonio colectivo. Durante los pasados meses, amplios sectores populares y lo más avanzado de la clase obrera, hemos observado con indignación como han continuado los trabajos de construcción en terrenos que forman parte de nuestro patrimonio colectivo. También hemos sido testigos, con igual indignación, del sainete dedeclaraciones y actuaciones erráticas de los ejecutivos del ente colonial, quienes desde luego, son beneficiarios de las prácticas corruptas aquí evidenciadas. No nos engañemos, son prácticas comunes dentro del sistema capitalista, estructurado y dirigido hacia un fin muy concreto, asegurar el beneficio económico de una clase particular: la burguesía. Sin embargo, también hemos visto con gran satisfacción como ha aumentado el nivel de militancia de las organizaciones y sectores conscientes de nuestra sociedad, a medida que el Estado intenta cerrar el cerco para consumar el ultraje. Y este aumento cualitativo y organizativo es más admirable aun si consideramos que se ha dado a pesar del constante hostigamiento de diversas fuerzas que operan bajo los auspicios de la reacción, los obreros del proyecto manipulados y dirigidos por el patrono contra los manifestantes que se oponen a la construcción de Paseo Caribe ,y de las fuerzas represivas del Estado, la policía y los tribunales. Este es un asunto que desde la legalidad burguesa, el llamado “estado de derecho”, es uno muy simple: una construcción hecha en terrenos de dominio público, ganados al mar, por lo tanto ilegal, que debe ser demolida. Pero que a su vez, desde la óptica de las fuerzas sociales que están en pugna, resulta ser muy complejo por la diversidad de actores que en ella se desenvuelven. Veamos.Manipulación de las y los trabajadoresDesde que las acciones populares han ido agudizando el conflicto, hemos observado como algunos trabajadores del proyecto hanganado protagonismo como agentes de choque de las clases dominantes. Estos trabajadores han sido burdamente manipulados por unos intereses de clase ajenos a los suyos propios, bajo el planteamiento demagógico de que si se detiene el proyecto perderán sus empleos. Estos, alentados por sus patronos, han llegado al punto de agredir, directa e indirectamente, a los manifestantes que acampan en el lugar para “defender su trabajo y sus habichuelas.”Esta situación nos da un diagnóstico certero del bajo nivel de conciencia de diversos sectores de la clase obrera puertorriqueña. Aun más, nos indica la enorme tarea que tenemos por delante los socialistas de fomentar la conciencia de las y los trabajadores para lograr nuestra emancipación como clase productora de la riqueza. Lamentablemente, solo se le ha dado relevancia a los enfrentamientos entre manifestantes y trabajadores (entiéndase pobres vs. pobres), obviándose el elemento de falta de protección social y otras garantías laborales de las cuales éstos carecen. Nuestra tarea inmediata debe ser establecer un diálogo y lograr un convencimiento con estos trabajadores. Debemos enfocarnos en que éstos entiendan que son parte de esta lucha, que es por el bien de ellos y sus hijos. Que están siendo víctimas de un robo, y es su derecho disfrutar de este patrimonio. Este es un asunto de dignidad. Su participación, junto con las filas del pueblo, es vital para lograr la victoria. Solamente el desarrollo de esta lucha evidenciará las contradicciones de clase que enfrentan y que partido tomarán finalmente. Desde luego, y afortunadamente para la clase obrera, estos sectores reaccionarios son muy minoritarios y en nada corresponden al sentir de la gran mayoría de los trabajadores. También es evidente que muchos de esos rompehuelgas no son trabajadores, sino personeros- entre ellos guardias de seguridad- contratados específicamente para agudizar la confrontación con los manifestantes.Acciones gubernamentales y de las fuerzas reaccionarias La actitud pusilánime, escurridiza e hipócrita de los organismos gubernamentales, con el esbirro colonial Aníbal Acevedo Vilá a la cabeza, nos reafirman una vez más el carácter de clase del Estado capitalista. Ha sido interesante observar su insistente respaldo al proyecto, hablando de legalidad y orden, cuando sus directrices contradicen de manera directa las leyes que supuestamente juró defender. También ha sido muy ilustrativa la actitud de las agencias gubernamentales concernientes, como ARPE, DRNA, Junta de Planificación e ICP, todos instrumentos de la burguesía para su beneficio, que con su silencio han otorgado su apoyo incondicional a este atropello.Sin embargo, hubo un suceso que ha dado un giro inesperado a esta lucha: la opinión legal del Secretario de Justicia. Este documento, a pesar de las “correcciones” de último minuto en la Fortaleza, sostuvo la ilegalidad del proyecto. Y aunque intenta con un barniz pseudo legalista quitarse la responsabilidad de acudir a los tribunales por un lado, por el otro, sugiere una compensación a los (corruptos) proponentes del proyecto. ¿Por qué los trabajadores y los pobres debemos pagarle a un millonario por acciones ilegales? También las fuerzas reaccionarias del país, agrupadas en el Ejecutivo, la Legislatura, los bancos y sectores empresariales, han intentado con relativo éxito frenar la hemorragia de protestas e indignación. Sus estrategias básicas han sido recalcar el ambiente adverso a la inversión, la indiferencia ante el abuso, la provocación abierta, en fin, el clásico miedo. No obstante, una vez hecha pública la opinión de Justicia, la única respuesta que pudo dar el Gobernador fue lanzar a la calle a la Fuerza de Choque, para agredir brutalmente a los manifestantes, encarcelar a algunos y reafirmarse en que la estructura no se demolerá.Aumento en la militancia del pueblo A pesar de las estrategias de intimidación aplicadas por el gobierno y las fuerzas reaccionarias, los amplios sectores sociales involucrados, no solo han diversificado sus acciones, sino que las han radicalizado. Se ha logrado incorporar exitosamente grupos y asociaciones de profesionales, organizaciones e individuos a las acciones de detener el suministro de materiales al proyecto y de desobediencia civil. Esta estrategia, junto con los campamentos de resistencia, logró crear una crisis que provocó una reacción afirmativa del gobierno al detener temporeramente la construcción.No obstante, el pueblo debe continuar sus acciones de resistencia, trabajar en el aspecto organizativo e incorporar a otros sectores sociales a la lucha. Es importante que no bajemos la guardia, ya que esta aparente victoria del pueblo es temporera, porque el capital y sus defensores se están reagrupando para embestir nuevamente. Pero no debemos olvidar que los trabajadores y los pobres de este país hemos obtenido importantes victorias como Piñones, el balneario de Isla Verde y Ocean Park. Estas derrotas que le hemos infligido al capital solo reafirman el verdadero poder que poseen las masas cuando se desata, y eso es precisamente lo que temey quiere evitar a toda costa la burguesía.En estado estado de histeria la jauría del capitalCon la orden de paralización de la construcción, emitida por el gobernador colonial Aníbal Acevedo Vilá, en Paseo Caribe se ha alborotado toda la bola de sanguijuelas capitalistas del país. Los ahora insomnes desarrollistas, constructores, banqueros, publicistas, dueños de medios de desinformación, y toda clase de explotadores, se congregan y declaran el estado de alerta haciendo causa común con el capo Madero. Era de esperarse que la lucha del pueblo contra Paseo Caribe les tocara en todo su pundonor y apelara a su sentido visceral de solidaridad. Hoy sangran por la herida y vociferan a coro la Asociación de Constructores, la Asociación de Bancos y El Nuevo Día. Mañana serán la Cámara de Comercio, la Asociación de Industrales. Y después, según se agudice la crisis de su modelo de explotación, darán cara por ellos sus representantes extraterrenales - sus reverendos, sus obispos- llamando a la calma y a la "paz social", que tanto añoran los otrora felices capitalistas ahora víctimas de la "fraticida lucha de clases". Para aquellos que veían en esa lucha un asunto aislado y en todo caso ajeno a la lucha de clases entre explotados y explotadores tienen aquí una gran lección que educa más que mil libros y panfletos. ¿Cómo no se iban a solidarizar entre sí todos aquellos que por décadas han usado y violado las leyes - hechas para su beneficio y respetadas por ellos mientras les sean útiles- y el Estado -su Estado, hecho a su imagen y semejanza- que han saqueado a manos llenas y siempre cómo y cuándo les ha venido en ganas? Sin duda temen- y el temor de esos capitalistas no es infundado. Saben que las masas desposeídas, explotadas, y cada vez más concientes del pueblo, vinculan entre sí, de manera creciente, todas sus luchas sindicales, comunales, ambientales- luchas que no están aisladas y que nunca podrán estarlo. Saben además que la solidaridad entre los de abajo crece y se consolida, que quienes luchan contra la impunidad de los Madero, luchan también contra el desalojo de comunidades en Villas del Sol (Toa Baja), Las Gladiolas y Las Monjas (Hato Rey) y Villa Cañona (Loíza), y una gran pléyade de luchas sociales todas conectadas por el combate de clase al mismo enemigo, que puede asumir distintos apellidos pero, que en síntesis es el mismo: el capital.Los desarrollistas y los banqueros que les financian tiemblan. Sus sueños, de apropiarse de todas las playas para sembrar de condo-hoteles y apartamentos para millonarios, peligran de ser implosianados por las luchas que como en Paseo Caribe y en otros lugares germinan y proliferan.Temen - y el tiempo dirá si sus temores son o no infundados- que después de la demolición de Paseo Caribe pueda no ser tan fácil, como antes, desplazar comunidades como pretenden -o adelantan con el apoyo de sus alcahuetes del gobierno- en Las Gladiolas, Las Monjas y Villa del Sol. Escandalizada, la burguesía piensa que la privatización que esos ricachones capitalistas, y su gobierno, impulsan y adelantan con voracidad en la Autoridad de Energía Eléctrica, la Universidad de Puerto Rico y el Departamento de Educación, encontrará serios escollos o podrá no consumarse según sus mezquinos deseos. En fin, temen, pero que nadie se llame a engaño, conservan todo su poder social - hasta que, luego de una lucha prolongada, los trabajadores y los desposeídos constituyamos una fuerza revolucionaria capaz de arrancarles todo su poder político y económico. En Paseo Caribe y en todos los frentes que dominan o se lanzan a conquistar, los astutos capitalistas utilizarán todos las triquiñuelas, trucos publicitarios, y bajezas, y sobre todo la violencia institucional del Estado. Acuartelados en La Fortaleza y el Banker's Club, conspiran, intrigan y se preparan para asestarnos un gran golpe.Sin duda, con las victorias alcanzadas, significativas aunque parciales, el momento es de oportunidades y retos. Para ello, las y los comunistas proponemos :- Mantenernos alerta. No bajar la guardia. No confiar en ningún movimiento, o propuesta del gobierno patronal por "democrático" que parezca pues éstas sólo sirven como trucos de prestidigitación e ilusionismo para salvar los intereses de los explotadores capitalistas.- Elevar el nivel de organización, de vinculación y coordinación de las luchas del pueblo.- Apuntar en todo momento al verdadero enemigo - la clase capitalista con su gobierno y sus partidos.- Y, con visión estratégica para las luchas proletarias, dar los pasos concretos iniciales para la construcción del instrumento revolucionario de las masas trabajadoras y desposeídas, el Partido Comunista de Puerto Rico, de clara ideología marxista-leninista. |
martes, 1 de enero de 2008
PUERTO RICO.. SE AGUDIZA LA LUCHA DE CLASES EN TORNO AL FORTIN SAN GERONIMO Y PASEO CARIBE
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario